Nació en Leucada (Λευκάδα), una de las Islas Jónicas, de donde proviene su nombre, Lafcadio.
Era hijo de una campesina griega de Citera, Rosa Antonia Kassimati, y de un cirujano militar irlandés católico, Charles Hearn, que se hallaba allí con motivo de la ocupación inglesa.
Su familia paterna era algo bohemia. Un tío suyo, Richard, era pintor y estuvo en la escuela de Barbizón, si bien nunca le atrajo en especial esta disciplina.
Cuando el futuro escritor tenía seis años su familia se trasladó a Dublín, donde Charles dejó a su mujer y a su hijo al ser destinado a las Indias Occidentales; pero la mujer, antes de volver a su país, confió a su hijo a una tía paterna que vivía en Gales, muy deseosa de que cursara carrera eclesiástica, por lo cual le hizo estudiar en varias escuelas parroquiales.
Ssus padres, se desentendieron de él y sufrió una infancia bastante triste y solitaria.
Perdió en un accidente el ojo izquierdo y quedó tuerto, lo que le confirió además un intenso complejo de inferioridad motivado también por su gran miopía. Esta es la causa por la cual aparece en sus fotografías sin monóculo, de lado o con los ojos cerrados.
Estudió, en Inglaterra e Irlanda, y también en Francia, de cuyo idioma, así como del español, traducirá algunos textos.
En 1869 marchó a Nueva York, donde se ganó la vida trabajando en los restaurantes. Luego, en Cincinnati (Ohio), trabajó como corrector de pruebas y consiguió ingresar como redactor del The Cincinnati Enquirer en 1873.
Sus artículos sobre el mundo marginal de la ciudad resultaron muy entretenidos y muy pronto le nombraron cronista, pero sus relaciones íntimas con una mulata, Alethea ("Mattie") Foley, provocaron un escándalo tal que le echaron.
Le admitieron en el periódico rival de esa misma ciudad, The Commercial. Sin embargo le despidieron también en 1877.
Tras siete meses de privaciones se marchó a Nueva Orleans y pudo entrar en el periódico Ítem de esta ciudad.
Se interesa por el vudú, la historia, la cocina y los barrios bajos del lugar y escribe famosos artículos al respecto. En 1881 empezó a trabajar con buen sueldo en The Times Democrat, para el que escribió artículos de fondo y sueltos en los números dominicales, donde también publicó traducciones del francés y el español en un pulido estilo literario.
De hecho, se considera que Lafcadio Hearn es el único estilista en esa época de los Estados Unidos.
Recogió algunos de estos trabajos en Hojas sueltas de literatura extraña (1884) y en Gombo Zhebes (1885), donde ofrece una imagen decadente y hedonista de Nueva Orleans.
A partir de este último año sus textos aparecieron en las revistas de Nueva York y en 1887 publicó Fantasmas de China.
Trabaja también en Scribner's Magazine y ese mismo año The Harper's Magazine le envió como corresponsal a la Martinica, donde permaneció dos años y medio.
Fruto literario de esa estancia fueron Dos años en las Antillas francesas (Two years in the French West Indies, 1890), la mejor descripción de estas islas publicada hasta hoy, y Youma, The Story of a West-Indian Slave (Yuma, la historia de un esclavo de las Indias Occidentales), del mismo año.
Publica varias traducciones de escritores franceses importantes (relatos de Guy de Maupassant o Las tentaciones de San Antonio de Gustave Flaubert) y también sus primeros escritos propios. De entre estos últimos, dos novelas: Guita y Karma.
Absolutamente harto de la mentalidad y costumbres norteamericanas, en 1890 marchó a Japón para escribir allí otra serie de artículos destinada también a The Harper's Magazine, pero poco después de su llegada a Yokohama, rompió sus relaciones con este periódico irritado por la tiranía de los editores.
Con el apoyo del profesor Basil Hall Chamberlain, de la Universidad de Tokio, se dedicó a la enseñanza.
Publicó varios libros, muchos de los cuales se siguen editando y leyendo como Fantasmas de japón, japón: ensayo de interpretación y visiones del japón menos conocido.
Los japoneses siguen fascinados por Hearn, cuya obra les permitió percibir su cultura a través de los ojos de un extranjero. También fue uno de los principales interpretes de japón para occidente.
Pensador libre y original en su tiempo, se interesó por el folclor y las supersticiones del país.
En Matsue ejerció de profesor y donde cayó enfermo rápidamente. La mujer que le cuidó(Setsuko Koizumi), hija de una familia de samuráis local, acabó siendo su esposa.
Más tarde, Hearn obtuvo la nacionalidad japonesa, y cambió su nombre por el de Koizumi Yakumo.
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