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sábado, 9 de enero de 2010

Día 2 - Charles De Gaulle - Tokyo

Para amenizar el vuelo hasta Tokyo

Presentamos nuestro billete y seguimos viaje.



El vuelo transcurre sin ninguna incidencia.

Pero por si acaso, hemos visto algún que otro capítulo de Lost, por si era necesario sobrevivir en condiciones extremas.





El vuelo se pasó volando y cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos en tierras japonesas.
Sugoiiiiiiiiiii

Nos invade la emoción de estar en el inicio de nuestra aventura.
Bueno, bueno, menudos nervios.




Tras recoger el trolley, pasar el control de aduanas, pasillo, parada rápida, recogida de mascarilla para futuras fotos frikis, ahora lo más importante es poder estar tranquilos poniendo fecha de activación del JR Pass, para evitar tener que activarlo en Tokyo Station; más que nada para no perder tiempo.

En la oficina Ticket Office del aeropuerto , con "Exchange order for a JAPAN RAIL PASS", ponemos fecha de activación del JR Pass.

La primera fase, terminada.
Ahora a por el billete de tren para dirigirnos a Tokyo.

Buscamos Keisei Ticket Counter y pedimos el billete Limited Express.



Pagamos 1000 yenes, con un tiempo hasta final de recorrido de 75 minutos hasta Ueno y es la más barata para ir a Tokyo.










El billete sería parecido a este

Para conocer la tarifa

Para nuestro alojamiento durante 3 días en la ciudad, nos viene estupendamente.



Una vez montados en el tren, pasamos a la fase escudriñar todo lo que está a la vista.


¿No será quien creo que es?

pues .

Tras el susto inicial, hacemos el checking en el Hotel Edoya.
Muy cerca de la línea JR y con bastantes buenas credenciales de otros paisanos.
Y corroboramos que es un buen hotel para permanecer en Tokyo.

El nivel de inglés es bajo(comparado con lo que nos encontraremos, la pondría ahora mismo 4 estrellas y media sobre 5), pero con la chuleta que tiene en castellano, las ganas de aprender más palabras, más el plus de simpatía de quien regenta el hotel, la comunicación fluye como por arte de magia.

Estamos en japón y nos hacemos entender en un englishcastellanocuasinihon que da miedo.
El poder comunicarnos nos da más energía para en cada momento del viaje, seguir ampliando el vocabulario.

Sube el ego cada vez que se dice una palabra en japonés(sintetizando en esa palabra una frase completa, con todos los añadidos que se le pueden poner a la frase) y nos entienden. Hai, hai, hai. Sugoiiiiiiii

Como todavía es pronto para subir a las habitaciones, dejamos los trolleys en recepción y decidimos dar una vuelta de reconocimiento por los alrededores.

Todavía estamos con el horario cambiado, pensando que se está allí(mi caaaasa) cuando realmente estamos aquí(atarashi uchi), pero pueden más las ganas de disfrutar de la ciudad, que el cansancio.

Además, no es plan de estar esperando con el trolley en la mano para subir raudos y veloces para dejar el trolley, quitarse el calzado, cuidado con el escalón, ¿donde dejo la ropa?, cuidado con el desnivel, ponerse el calzado, anda que me he dejado la chaqueta dentro, descalzarse, coger la chaqueta, escalón, otra vez calzado(una práctica muy habitual en este viaje) y por fin salir con dignidad de la habitación.

No es una competición por entrar primero a la habitación y tirarse de golpe en la cama, que seguro acabarás en el suelo. Bueno, unos centímetros por encima del tatami.



Lo primero que visitamos fue la zona Akiba.
Es la ciudad electrónica que algunos nos gustaría tener a 2-3 minutos de casa, y si puede ser más cerca, mejor.

Principalmente, los establecimientos están enfocados a la venta de productos electrónicos y entretenimiento para todas las edades.

Para precios competitivos, buscar por las tiendas cerca de la estación.
Los grandes centros como Yodobashi tienen cosas interesantes; comprobar que sea overseas para no tener problemas cuando regresemos a casa.

Otro gran centro es LAOX, pero sus precios son prácticamente muy parecidos a los nuestros y no es un centro comercial que merezca la pena comprar(por lo menos, a nosotros).

Y sobre todo, nunca dejar de entrar en un edificio por si esconde tiendas en su interior.

Pero esta visita a la tierra media de la electrónica, fue breve, muy breve.

De camino al hotel, pasamos por un santuario(primer santuario y creo que no es el único, jejeje) de nuestro tour por el país.



El santuario es Kanda Myojin.
Tiene más de 1200 años de antigüedad, pero la estructura actual es una reproducción construida tras el terremoto de 1923.
Para más información del terremoto, pulsa koko y koko.

Los guardianes de la puerta son dos taciturnos arqueros; Udaijin a la derecha y Sadaijin, a la izquierda.

Tras el primer contacto con la ciudad, en el hotel estuvimos descansando para reponer fuerzas para ver Tokyo por la noche; esta vez todo el grupo.

Utilizamos la línea Yamanote del metro para desplazarnos a la zona de Shinjuku Oeste.

Moverse por el metro, no es nada complicado.
Conviene comprarse la tarjeta Pasmo/Suica para los desplazamientos.
En Tokyo, el medio de transporte más cómodo es el metro.

Empezamos nuestro periplo de escaleras automáticas.
El orden se cumple escrupulosamente. Y para muestra, una foto.


Hicimos un acercamiento por Kabukicho.
Es una zona con bastantes bares de alterne y salas de pachinko, junto con cafés y restaurantes.
Es el barrio rojo de Tokyo.

Después decidimos que sería buena idea ver la ciudad de noche desde un punto que pudiéramos apreciarla con más intensidad.
La mayoría de los rascacielos de oficinas se concentra en Shinjuku Oeste.
El edificio Metropolitano de Tokyo(Ayuntamiento para nosotros) tiene unas vistas de la ciudad que merece la pena subir y hacer fotos.
Las fotos son voluntarias, pero por las vistas, merece la pena subir.
Es un complejo de dos torres y una plaza semicircular.





Ya a la vuelta, metro y para ser horario japonés un poco tarde.
Ya nos iremos haciendo al horario de turista; LYAP (levantarse y acostarse pronto).

La vuelta en metro nos llamó la atención una mujer con el vestido tradicional japonés (kimono).
El término japonés mono significa "cosa" y ki proviene de kiru, "llevar".



Con el paso del tiempo en japón, estos detalles pasarán desapercibidos por que nos habremos aclimatado y no nos resultará extraño.
Pero por el momento, cualquier papel en el suelo, nos llamaría la atención.
(intentaba ser un chiste japonés) (-_o)

Llegamos al hotel Edoya cerca de la 1 de la madrugada. Y con ganas de dormir en nuestro flamante futón.
Podemos resumir este día como: emocionante. Un sueño hecho realidad.

Mañana será el primer día donde iniciaremos nuestra inmersión cultural en el país.

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